El limite es el cielo

Ultimamente se abusa mucho del termino "concatenación surrealista de expresiones", y no sin razon, puesto que ahora mismo esa parece ser la pauta interna del universo, me explico:

un momento! no! mejor no! mejor salgan a la calle a comprobar este increíble hecho! salgan y disfruten de su billete de primera clase al apocalipsis! de su prematura tumba! salgan y verifiquen la situación actual del mundo y ya de paso ahoguense en sus propios vómitos al descubrir la cruda realidad! si! eso es! este seria un buen ejemplo de concatenación surrealista...

Bien, una vez demostrada públicamente y de un modo crudamente honesto la gravedad de mi enfermedad mental, debatiré de una manera monológica con todos los avezados lectores que aun permanezcan en pie (hola mamá) acerca de... !TACHAN TACHAN!

la increíble, inquebrantable y (oh sorpresa!) variable auto-confianza del ser humano!

...dentro en 3, 2...

-¿por que? y digo ¿por que? ¿empezar hablando de esto con tres preguntas que no tienen nada que ver? y aun mas importante... ¿por que cada vez parece mas realista aquella curiosa afirmación realizada en el documental "¿y tu que sabes?" acerca de las rarezas en los comportamientos humanos de cara a las situaciones complicadas de la vida?

Bueno, para todo aquel que no se haya dignado a videar dicho documental, le diré que éste defiende la teoría de que todo ser emite ciertas ondas de una manera insconciente en todas y cada una de la situaciones de su vida. Dichas ondas no tienen otra cosa que hacer que mostrar al resto de la gente con la que interactuamos nuestro estado de animo o de auto-confianza de una manera sutil... ¿sutil? si, con esto quiero decir que la otra persona, al vernos, no piensa algo como esto:

-"Mirale, ¿adonde se cree que va con ese 20% de auto-confianza?"

No, la cosa va mas bien por el rollo mental de asimilación insconciente, ese rollo por donde solemos sintonizar los "dèjá vu"y las fantasias tormentosas.
Pues bien, este extraño canal mental se supone que nos hace sentir y hace sentir intuitivamente a todo el mundo las sensaciones internas que emitimos a la hora de afrontar una interacción con otro ser vivo... ejemplos; ¿quien no ha entrado a un pibon con la palabra "imposible" escrita en la frente? eh? y aun mas, ¿quien no ha entrado en la frutería con la palabra "soy nuevo y no me veo con la suficiente autoridad para pedir la vez, por favor pisoteenme"? Si, lo se, a todos nos ha pasado, y es que las jubiladas pueden ser muy crueles... pero también es verdad que, en algún momento de nuestra vida en el que nos vimos entre la espada y la pared, algo en nuestro interior nos impelió a actuar con una fortaleza inusitada... ¿por que esa misma fuerza que solo parece aparecer cuando estamos al limite, no nos gobierna en todos y cada uno de los días que va a durar nuestra vida? ¿no seria acaso mas fructificante en todos los objetivos y desafíos que nos encontramos cada amanecer? la respuesta, aunque parezca mentira, es bastante sencilla...

El limite es el cielo.